sábado, 28 de febrero de 2009

ANALISIS DEL DISCUROS 5 SEMESTRE

El estructuralismo norteamericano

La lingüística siguió en Estados Unidos, durante el siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX, los mismos derroteros que en Europa. Así fue hasta que, a partir del final de la Primera Guerra Mundial y por dificultades de intercomunicación científica, así como por deseo de afirmar una personalidad propia, los lingüistas americanos imprimen a sus actividades unas características peculiares. Aunque en cierto modo, como veremos, paralelas a las que se desarrollaban al otro lado del Atlántico.
Los norteamericanos llegaron también a la instauración de la lingüística sincrónica. Mucho se ha discutido sobre el papel que en ese proceso desempeñó el Curso de Saussure. El propio Leonard Bloomfield escribió en 1922 que el maestro ginebrino había construido las bases de la nueva lingüística, aunque no fueron pocos los que afirmaron que se había llegado al mismo resultado sin influjo alguno de la ciencia europea. Y, en efecto, hay algo de cierto en ello. Pues muchos lingüistas norteamericanos se formaron estudiando las lenguas indígenas que, por ser desconocidas en sus fases anteriores, no eran susceptibles de investigación diacrónica. Había que estudiarlas, pues, como eran, en su estado actual.
Es precisamente esa atención prestada a las lenguas indígenas la que configuró y dio originalidad al estructuralismo norteamericano y a sus métodos. En efecto, aquellas lenguas no podían ser descritas con las categorías establecidas secularmente por la lingüística tradicional (sustantivo, adjetivo, verbo, tiempo, modo aspecto…). Ello obligó a sus estudiosos a buscar nuevas categorías y, de paso, mostró la debilidad de las antiguas, que habían sido creadas en base únicamente a las lenguas europeas. Esa búsqueda llevó a los lingüistas norteamericanos a estadios más avanzados que sus colegas europeos, sobre todo en cuanto a sus estudios de la morfología y de la sintaxis.
Contó todo eso proceso con dos maestros indiscutibles: Edward Sapir (en la imagen) y Leonard Bloomfield. El primero formuló los supuestos del estructuralismo fonológico; el segundo dejó su huella en los terrenos mencionados de la morfología y la sintaxis.
Sin embargo, ambos se distancian en sus respectivas concepciones del lenguaje. Sapir está a la cabeza de lo que se ha llamado el mentalismo americano, es decir, de una interpretación del lenguaje indisolublemente unida a los actos de la mente. En cambio, Bloomfield, maestro y fundador del antimentalismo, lleva a sus últimos límites la disociación entre los significantes y los significados, para excluir estos de su consideración. Afirma que el lingüista sólo puede realizar aserciones sobre el sistema de los significantes, ya que las cuestiones del significado, de índole mental y conceptual, no son de su incumbencia. Su lingüística trata de analizar la lengua con rasgos exclusivamente formales. La significación sólo se tiene en cuenta como control, para tener la seguridad de las que conclusiones obtenidas no son irracionales.

Edward Sapir (1884-1939), lingüista y antropólogo estadounidense, precursor del estructuralismo lingüístico norteamericano y fundador de la etnolingüística.

Nacido en Lauenburg, Alemania, a la edad de cinco años emigró a Estados Unidos con su familia. Realizó estudios superiores en la Universidad de Columbia, Nueva York, donde fue alumno del prestigioso antropólogo Franz Boas. Fue investigador en las universidades de California y Pennsylvania, dirigió el departamento de antropología del Museo Nacional Canadiense en Ottawa (1910-1925) y trabajó como profesor de antropología y lingüística general en las universidades de Chicago (1925-1931) y Yale (1931-1939).

Bajo la influencia de Boas se dedicó al análisis y descripción de las culturas y lenguas indígenas norteamericanas —véase Lenguas aborígenes (Estados Unidos y Canadá)—, participando en numerosas expediciones etnográficas. Sapir intentó comprender las culturas indígenas en sí mismas y criticó las diferentes teorías etnológicas vigentes en su época, como el evolucionismo o funcionalismo. La famosa ‘hipótesis de Sapir-Whorf’ (en alusión al propio autor y a su compatriota Benjamin Lee Whorf) concibió el lenguaje como “representación simbólica de la experiencia sensible”, que impone al hablante una manera específica de ver e interpretar el mundo.

Edward Sapir postuló que la descripción exhaustiva de una estructura lingüística permitiría profundizar en el conocimiento de la percepción y pensamiento del hombre, a la vez que haría posible explicar las diferentes conductas de pueblos con entornos culturales diferentes. Convirtió a la lengua en un nuevo objeto de la etnología, como hecho cultural en toda su plenitud; por ello, es considerado fundador de la ciencia que estudia las relaciones entre lenguaje y cultura: la etnolingüística. Fue el creador del concepto linguistic pattern (modelo lingüístico), anterior al de fonema. Véase también Fonética.

Destacan sus obras: El lenguaje (1921) y Selected writings in language, culture and personality (Escritos escogidos sobre lenguaje, cultura y personalidad, 1949), recopilación de artículos que relacionan el inconsciente, la personalidad, la lengua y la cultura, a los que Sapir concibió como un “sistema formal sumergido”.

lunes, 23 de febrero de 2009

Teoría de las inteligencias múltiples

La teoría de las inteligencias múltiples es un modelo propuesto por Howard Gardner en el que la inteligencia no es vista como algo unitario, que agrupa diferentes capacidades específicas con distinto nivel de generalidad, sino como un conjunto de inteligencias múltiples, distintas e independientes. Gardner define la inteligencia como la "capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas".
Primero, amplía el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que se sabía intuitivamente: Que la brillantez académica no lo es todo. A la hora de desenvolverse en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir ya bien a sus amigos; por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. No mejor ni peor, pero sí distinto. Dicho de otro modo, Einstein no es más ni menos inteligente que Michael Jordan, simplemente sus inteligencias pertenecen a campos diferentes.
Segundo, y no menos importante, Gardner define la inteligencia como una capacidad. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible. Se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar ese hecho. Tanto es así que en épocas muy cercanas a los deficientes psíquicos no se les educaba, porque se consideraba que era un esfuerzo inútil.
Considerando la importancia de la psicología de las inteligencias múltiples, ha de ser más racional tener un objeto para todo lo que hacemos, y no solo por medio de estas inteligencias. Puesto que deja de lado la objetividad, que es el orden para captar el mundo.
Benet Hernández de Gispert está de acuerdo con la concepción de la multiplicidad de inteligencias de Gardner pero incluiría que todas las inteligencias están en mayor o menor medida interrelacionadas. Que existe una tendencia, como muy bien dice Gardner a sobrevalorar unas sobre otras, y esto podría ser debido a que las que más se valoran son las más utilizadas o las que más nos pueden ayudar en la vida diaria actual, pero ello no nos debe hacer infravalorar todo el resto de inteligencias. Además, Benet cree que existe una tendencia, en la cual, cuando uno hiperpotencia una de las inteligencias, pudiendo dejar sin ejercitar otra, lo que existe es una disregulación en el equilibrio de nuestro cuerpo como ente físico, emocional, psíquico y/o espiritual. Esta tendencia probablemente tenga que ver con las demandas del mundo que nos rodea en aquel momento. Pero la ley natural actúa junto con la ley del péndulo, y esa disregulación se corrige o debería corregirse para tener un buen equilibrio y con ello también una buena salud.
Contenido[ocultar]
1 La inteligencia: ¿genética o aprendizaje?
2 Tipos de inteligencia
3 La inteligencia, una combinación de factores
4 Referencias
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La inteligencia: ¿genética o aprendizaje? [editar]
Definir la inteligencia como una capacidad la convierte en una destreza que se puede desarrollar. Gardner no niega el componente genético, pero sostiene que esas potencialidades se van a desarrollar de una u otra manera dependiendo del medio ambiente, las experiencias vividas, la educación recibida, etc.
Ningún deportista de élite llega a la cima sin entrenar, por buenas que sean sus cualidades naturales. Lo mismo se puede decir de los matemáticos, los poetas, o de la gente emocionalmente inteligente. Debido a eso, según el modelo propuesto por Howard Gardner todos los seres humanos están capacitados para el amplio desarrollo de su inteligencia, apoyados en sus capacidades y su motivación.

Tipos de inteligencia [editar]
Howard Gardner añade que así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencia. Hasta la fecha Howard Gardner y su equipo de la Universidad Harvard han identificado ocho tipos distintos:
Inteligencia lingüística: la que tienen los escritores, los poetas, los buenos redactores. Utiliza ambos hemisferios.
Inteligencia lógica-matemática: utilizada para resolver problemas de lógica y matemáticas. Es la inteligencia que tienen los científicos. Se corresponde con el modo de pensamiento del hemisferio lógico y con lo que la cultura occidental ha considerado siempre como la única inteligencia.
Inteligencia espacial: consiste en formar un modelo mental del mundo en tres dimensiones; es la inteligencia que tienen los marineros, los pilotos, los ingenieros, los cirujanos, los escultores, los arquitectos o los decoradores.
Inteligencia musical: permite desenvolverse adecuadamente a cantantes, compositores, músicos y bailarines.
Inteligencia corporal-cinestésica, o capacidad de utilizar el propio cuerpo para realizar actividades o resolver problemas. Es la inteligencia de los deportistas, los artesanos, los cirujanos y los bailarines.
Inteligencia intrapersonal: permite entenderse a sí mismo. Los religiosos.
Inteligencia interpersonal: permite entender a los demás; se la suele encontrar en los buenos vendedores, políticos, profesores o terapeutas.
Inteligencia naturalista: utilizada cuando se observa y estudia la naturaleza, con el motivo de saber organizar, clasificar y ordenar. Es la que demuestran los biólogos o los herbolarios.

La inteligencia, una combinación de factores [editar]
Según esta teoría, todos los seres humanos poseen las ocho inteligencias en mayor o menor medida. Al igual que con los estilos de aprendizaje no hay tipos puros, y si los hubiera les resultaría imposible funcionar. Un ingeniero necesita una inteligencia espacial bien desarrollada, pero también necesita de todas las demás, de la inteligencia lógico matemática para poder realizar cálculos de estructuras, de la inteligencia interpersonal para poder presentar sus proyectos, de la inteligencia corporal - kinestésica para poder conducir su coche hasta la obra, etc. Gardner enfatiza el hecho de que todas las inteligencias son igualmente importantes y, según esto, el problema sería que el sistema escolar vigente no las trata por igual sino que prioriza las dos primeras de la lista, (la inteligencia lógico - matemática y la inteligencia lingüística) hasta el punto de negar la existencia de las demás.
Para Gardner es evidente que, sabiendo lo que se sabe sobre estilos de aprendizaje, tipos de inteligencia y estilos de enseñanza, es absurdo que se siga insistiendo en que todos los alumnos aprendan de la misma manera. La misma materia se podría presentar de formas muy diversas que permitan al alumno asimilarla partiendo de sus capacidades y aprovechando sus puntos fuertes. Además, tendría que plantearse si una educación centrada en sólo dos tipos de inteligencia es la más adecuada para preparar a los alumnos para vivir en un mundo cada vez más complejo.